GENIALES FOTOGRAFIAS

GENIALES FOTOGRAFIAS
HACE CLICK EN IMAGEN Y RECORRÉ Y DISFRUTÁ DE GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL ARTISTA FABIÁN PULTI

martes, 19 de junio de 2012

INFORMACIÓN DE LA REDLAMYC

Alimentaria con Soberanía en las Américas"- Cochabamba, Bolivia - 2 al 5 de junio de 2012
Declaración y registros de reuniones

 República Dominicana
IMPORTANTE - Circular de Migración dirigida al MINERD-no inscripción de niños/as indocumentados 
en las escuelas de República Dominicana

3. Carlos Trapani – CECODAP – Venezuela

4. Red de Infancia y Juventud de Chile - Declaración XI Asamblea Nacional ROIJ

5. José Manuel Capellin – Casa Alianza – Honduras - Informe situación de derechos de niños, 
niñas y adolescentes en Honduras

6. Enrique Jaramillo García – PERÚ - Violencia en la Familia Peruana

La Oficina Regional de ACNUDH y el IPPDH realizaron una presentación en la Reunión de
 Ministros de Justicia y Seguridad del Mercosur

8. Katia Dantas -  ICMEC - "Niños Desaparecidos en Centroamérica: Investigación sobre
 prácticas y legislación para la prevención y la recuperación”


1. Participación de la REDLAMYC en la XLII Asamblea General de la OEA "Seguridad 
Alimentaria con Soberanía en las Américas" - Cochabamba, Bolivia - 2 al 5 de junio de 2012
Declaración y registros de reuniones -

Estimada señora Velasco  y  señor Freyre:

Fue para nosotros un gusto haber contado con su participación en la XLII Asamblea General de la
 Organización de los Estados Americanos “Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas” que tuvo 
lugar en Cochabamba, Bolivia del 2 al 5 de junio de 2012.
Este año, contamos con la participación de 152 representantes de 91 organizaciones de los actores sociales
 provenientes de 23 países, fortaleciendo así una cultura democrática que responde a las necesidades y 
preocupaciones de nuestros ciudadanos de las Américas. Su presencia evidencia una vez más la importancia 
que las organizaciones de la sociedad civil representan para los Estados Miembros y para la Organización.
El formato del Diálogo de los Jefes de Delegación y el Secretario General con los diversos actores sociales 
sirvió para crear sinergias y escuchar las opiniones y recomendaciones de los representantes de la sociedad 
 civil, los trabajadores, el sector privado, los jóvenes y los pueblos indígenas en un solo diálogo, y cumplió con 
su propósito de contribuir a las deliberaciones de los Estados Miembros sobre la Declaración de Cochabamba
 y otras resoluciones adoptadas por la Asamblea General.
Además, la Conversación entre el Secretario General y la Sociedad Civil que tuvo lugar el 2 de junio de 2012 
ofreció la oportunidad de sostener un diálogo abierto sobre el tema central de esta Asamblea General “Seguridad 
Alimentaria con Soberanía en las Américas”, los desafíos de la región, y nos permitió conocer sus puntos de vista
 acerca de los temas que ocupan la agenda interamericana.
Nuestro Departamento compartirá dichas recomendaciones nuevamente con los Estados Miembros y las
 incorporará en la compilación de recomendaciones de la sociedad civil de manera que sirvan como 
una herramienta de referencia para la sociedad civil y autoridades gubernamentales para dar seguimiento a la
 implementación de los mandatos de la Asamblea General.

Aprovechamos la oportunidad para compartir la Declaración de Cochabamba y resoluciones adoptadas
por la Asamblea General, al igual que los enlaces a los archivos fotográfico y de video de la Conversación 
entre el Secretario General y la Sociedad Civil (Fotos | Video | Comunicado de Prensa); y el Diálogo de los 
Jefes de Delegación y el Secretario General con los representantes de la sociedad civil, de los trabajadores, 
del sector privado y otros actores sociales (Fotos | Video | Comunicado de Prensa).
Esperamos contar con su participación en el futuro.

Cordialmente,
Jorge Sanín
Director
Departamento de Asuntos Internacionales
Secretaría de Relaciones Externas
Organización de los Estados Americanos 


IMPORTANTE - Circular de Migración dirigida al MINERD-no inscripción de niños/as indocumentados
en las escuelas de República Dominicana

Estimados:

Reciban un cordial saludo desde República Dominicana. Por este medio tengo a bien compartir con ustedes,
 a nombre de la Coalición de ONGs por la Infancia de la República Dominicana, información relacionada con
 las últimas acciones, esta semana, de la Dirección General de Migración, buscando limitar el acceso a los
 centros educativos de niños, niñas y adolescentes extranjeros(as) que carecen de documento de identidad
. Esta medida de ser implementada, afectaría principalmente, a la población de niños, niñas, adolescentes y
 jóvenes haitianos(as) o a dominicanos de ascendencia haitiana, que carezcan de documentación.

Por el momento, estamos haciendo un análisis de la situación, las violaciones de derechos humanos que
 estas acciones están generando, saber la postura del Ministerio/Ministra de Educación y de otros actores
 del Gobierno al respecto, además de la posición de otras organizaciones y organismos internacionales de
 cooperación incluyendo al sistema de Naciones Unidas. Mañana en la tarde tendremos una reunión conjunta
 con diversos actores y esperamos que de la misma salga un plan de acción, que podamos compartir con
 ustedes, para ejercer las presiones necesarias dentro y fuera del país (Comisión Interamericana de Derechos 
Humanos, Comité de Derechos del Niño/a, REDLAMYC y otros) a los fines de que estas medidas sean 
denunciadas y revocadas. Les pedimos entonces, que se mantengan al tanto del proceso y que cualquier
 sugerencia que nos puedan hacer al respecto, nos la hagan llegar para considerar como parte de nuestros
 posicionamientos y acciones como Coalición.

Sabemos que cada minuto que pasa, la inseguridad, el temor y la desconfianza entre los/as afectados(as)
 y sus familias crece y que si bien esta medida sería echada abajo, hay un daño hecho, por el cual habría 
que considerar la solicitud de medidas de protección y de reparación de daños. En los siguientes enlaces 
podrán encontrar informaciones de lo publicado en medios de comunicación entre ayer y hoy (en el primer
 enlace se incluye el video de una entrevista, esta mañana, al Director General de Migración sobre 
el tema):

Circular de Migración dirigida al MINERD-no inscripción de niños/as indocumentados en las escuelas
 de República Dominicana

Gracias por su amable atención y apoyo. Nos mantenemos en contacto. Siempre,

Ernesto Díaz – Laguardia
Coordinador de la Coalición de ONG´s por la Infancia



3. Carlos Trapani – CECODAP – Venezuela

Declarado sin lugar recurso interpuesto por organizaciones sociales

El pasado 6 de junio de 2012 la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia 
de la Magistrada Mónica Misticchio declaró sin lugar el recurso de abstención o carencia interpuesto 
por la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (REDHNNA) integrada por 14 
 organizaciones a nivel nacional.
La petición tiene su fundamento en el artículo 678 de la LOPNNA reformada el 10 diciembre de 2007, el c
ual establece que el Presidente de la República en un  lapso no mayor de ciento veinte días continuos 
contados a partir de su publicación Gaceta Oficial se dictará el Reglamento sobre la Participación Popular
 de esta Ley”
Es así que en fecha 7 de junio de 2010 se introdujo el recurso ante el TSJ para solicitar se ordenara a la
 Presidencia de la República la aprobación del Reglamento de Participación requisito indispensable para 
 definir la participación popular en los Consejos de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, 
considerando que para la fecha existía una mora de mas de 4 años en la aprobación del Reglamento.
Luego de 2 años de introducido el recurso, el Tribunal Supremo de Justicia determinó que no es posible 
exigir al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la aprobación del Reglamento previsto 
en el artículo 678 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes ya que 
corresponde al Ministerio con competencia en la materia iniciar y dirigir el proceso de reglamentación.
 Asimismo, a criterio de la Sala Político Administrativa el Proyecto del Reglamento de Participación 
Popular de la LOPNNA existe y fue elaborado por el Ministerio del Poder Popular para las Comunas y 
Protección Social y el cual se encuentra disponible en la página de internet oficial del citado Ministerio[1]-
Sin tomar en consideración que la ssentencia no indica la fecha de elaboración del reglamento, ni pondera 
el tiempo transcurrido entre la consignación del recurso  y la sentencia definitiva, lo cual implicó casi 2
 años en un procedimiento que la ley define como breve. Aunado que la página de Internet Oficial indicada
 no se encuentra disponible de acuerdo a la información que suministra el Web Site visitado los
 días 6, 7, 8 y 10 de junio de 2012 donde se indica. The requested URL /publicaciones/Proyecto_
Reglamento_LOPNA.pdf was not found on this server”, para las organizaciones accionantes resulta 
incomprensible como el Presidente de la República dentro de sus atribuciones no pueda exigir a los
 distintos órganos de la administración pública el cumplimiento de los mandatos y obligaciones
 establecidas en la ley, tomando en consideración que el artículo 141 de la Constitución de la 
República Bolivariana de Venezuela y el artículo 19 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley 
Orgánica de la Administración Pública reconoce como uno de los principios que rigen a la Administración 
Pública la eficacia donde la actividad de los órganos y entes públicos perseguirá el cumplimiento eficaz
 de los objetivos y metas fijados en las normas, planes y compromisos de gestión, bajo la orientación de las
 políticas y estrategias establecidas por la Presidenta o Presidente de la República.

¿Por qué esta decisión del TSJ afecta la protección de los niños, niñas y adolescentes?
 Más allá de los elementos jurídicos y procedimentales que se pueden discutir veamos su impacto
 en la cotidianidad de los niños, niñas y adolescentes refiriéndonos a la salud.
Interesados en mayor información: Carlos Trapani (0212 952.62.69) Gloria Perdomo (407.44.08)


Saludos.
Carlos Trapani
Programa Buen Trato
Cecodap


3. Carlos Trapani – CECODAP – Venezuela

Estimados amig@s:

Les hago llegar el amicus curiae en el caso de NNA migrantes.

Saludos.
Carlos Trapani
Programa Buen Trato
Cecodap




4. Red de Infancia y Juventud de Chile - Declaración XI Asamblea Nacional ROIJ
Santiago de Chile, 7 y 8 de Junio
La Red de ONG’s de Infancia y Juventud Chile, presente en las regiones del Bío-Bío, de Valparaíso, de 
Atacama y Metropolitana, que agrupa a 37 Organizaciones de la Sociedad Civil, que trabajan  en la
 Promoción y Defensa de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes que viven en Chile; en el
 marco del undécimo encuentro nacional, realizado en Santiago de Chile, los días 7 y 8 de Junio de 2012,

Declara:

  1. Ratifica su compromiso con la promoción de una cultura de los Derechos Humanos, asumiendo
  2.  un rol movilizador en la construcción de un mundo más justo para los niños, niñas y adolescentes
  3.  que viven en Chile. Constituyéndose en un observador crítico y propositivo del cumplimiento de la
  4.  Convención Internacional de los Derechos de los Niños y Niñas por parte de todos los actores de
  5.  la Sociedad.

  1. La ROIJ, a través de su plan estratégico 2012 – 2014, busca generar las condiciones para lograr
  2.  una coordinación efectiva, nacional e internacional, por el cumplimiento de los derechos de niñas
  3.  y niños; constituirse en un espacio sustentable de participación de la sociedad civil en materias
  4.  de niñez y adolescencia; exigir de forma crítica, propositiva y movilizadora el cumplimiento del rol
  5.  de garante del Estado respecto a los Derechos Humanos de la niñez y adolescencia presentes
  6.  en la Convención Sobre los Derechos del Niño y los otros tratados internacionales vigentes y
  7.  facilitar espacios de participación sostenidos de niños, niñas y adolescentes…

Red Infancia y Juventud de Chile


5. José Manuel Capellin – Casa Alianza – Honduras - Informe situación de derechos de niños,
 niñas y adolescentes en Honduras

Estimado(a) Señor(a).
Me dirijo a usted deseándole éxitos en sus labores. Casa Alianza Honduras considera que es importante
 la difusión de información sobre las problemáticas que afectan a nuestros niños, niñas y jóvenes, para que
 en conjunto se puedan encontrar soluciones a las mismas.
Casa Alianza Honduras ha desarrollado un Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes, el
 cual realiza una labor permanente de monitoreo, incidencia en políticas públicas y elaboración de propuestas
 para mejorar las condiciones de respeto a los derechos humanos de la población infanto-juvenil en el país.
Además de la investigación y el análisis de la situación actual de la infancia en el país desde un enfoque de
 derechos humanos, el Observatorio también tiene como objetivo la intervención y acompañamiento de tales
 procesos a través del equipo multidisciplinario de profesionales de la propia organización.
De dicha actividad se deriva un informe mensual sobre la situación de derechos de los niños, niñas y
 jóvenes de Honduras en el mes de Abril de 2012, el cual le hacemos llegar a través del presente escrito.
Esperando y agradeciendo cualquier observación, opinión o referencia sobre el mismo, las que pueden ser
 enviadas a las direcciones, correo y/o teléfono señalados.
Agradeciendo la atención a la presente, me suscribo de usted.


Atentamente,

José Manuel Capellín
Director Nacional.
Casa Alianza Honduras


Honduras Tegucigalpa, M.D.C.
Apartado Postal 2401


6. Enrique Jaramillo García – PERÚ - Violencia en la Familia Peruana

Amigos:

Nos permitimos compartir dos reflexiones sobre la violencia en la familia peruana, y otra sobre el mal llamado
 Trabajo Infantil en Perú.
Compartimos dos artículos: Violencia y Familia en Perú y Erradicar y abolir la desigualdad.
ATTE.
Enrique


La Oficina Regional de ACNUDH y el IPPDH realizaron una presentación en la Reunión de
Ministros de Justicia y Seguridad del Mercosur

La Oficina Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
 Humanos (ACNUDH) y el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH) del Mercosur
 presentaron un informe sobre políticas de prevención de la violencia institucional y de seguridad ciudadana
respetuosas de derechos humanos en el marco de la Reunión Conjunta de Ministros de Justicia (RMJ) y 
Seguridad (RMI) del Mercosur, que tuvo lugar en Buenos Aires entre el 5 y el 7 de junio. En especial, ambas instituciones se refirieron a la importancia de promover políticas públicas para prevenir 
la práctica de tortura en los lugares de encierro (cárceles, comisarías, instituciones psiquiátricas, institutos 
de adolescentes, etc.), y ofrecieron colaboración técnica a los Estados del Mercosur en el proceso de
 implementación de los Mecanismos Nacionales de Prevención de la Tortura, conforme lo establecido por
 el Protocolo Adicional a la Convención Internacional contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o
 Degradantes (OPCAT), ratificado por la mayoría de los países de la región. Al respecto, mencionaron los
 requisitos que deben tener los Mecanismos según el OPCAT y analizaron el estado de avance de cada uno
 de los países en la creación y puesta en funcionamiento de esta importante herramienta de prevención de
 violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de su libertad…

Jennifer Ross

8. Katia Dantas -  ICMEC - "Niños Desaparecidos en Centroamérica: Investigación sobre prácticas 
y legislación para la prevención y la recuperación”

Estimados socios y colaboradores,

El Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados (ICMEC) quisiera compartir - y solicitar
 su ayuda en la liberación del estudio “Niños Desaparecidos en Centroamérica: Investigación sobre 
prácticas y legislación para la prevención y la recuperación”, compilado por ICMEC con el apoyo
 financiero de la oficina regional de UNICEF para a América Latina y el Caribe. Nos gustaría estenderles 
las gracias por todo su apoyo en el proceso de investigación. Ese proyecto no habría sido posible sin su 
apoyo.
La cuestión de los niños desaparecidos y sustraídos es compleja y multifacética. También es un problema
 global cuya respuesta sigue siendo irregular: en la actualidad no existe una estrategia internacional armonizada
 para responder adecuadamente a la desaparición y sustracción de niños. Las estrategias nacionales, cuando
 existentes, varían de país a país.
Para hacer frente a la falta de normas y directrices internacionales sobre la protección de niños contra la
 sustracción y desaparición, y sobre la mejor forma de responder rápida y eficazmente cuando un niño
 desaparece o es sustraído, ICMEC comenzó una investigación exhaustiva de la legislación, las mejores
 prácticas y políticas relacionadas los niños desaparecidos, para identificar temas comunes y tendencias
 además de identificar las posibles lagunas que deben llenarse.
El estudio de la América Central, finalizado en noviembre de 2011, es el primero de una serie de estudios 
regionales que ICMEC celebradas sobre el tema. Durante los próximos dos años, ICMEC ampliará su
 investigación a todos los países del mundo, en asociación con organizaciones regionales y locales para
 tornar la investigación y el análisis lo más exacto posible.
Esperamos que las observaciones formuladas en estos materiales puedan ayudar a arrojar algo de luz 
sobre la cuestión de los niños desaparecidos y esperamos colaborar con ustedes con vistas a la protección
 de los varios niños que desaparecen cada día, así como a la prevención de nuevos casos.
Muy agradecida por su atención, me pongo a disposición de todos para cualquier duda o aclaración, y
 estamos abiertos a la crítica en el estudio y recomendaciones para futuros estudios.

Katia Dantas
Diretora de Políticas Públicas para a América Latina & Caribe
Directora de Políticas Públicas para Latinoamérica & el Caribe
Policy Director for Latin America & the Caribbean
International Centre for Missing and Exploited Children (ICMEC)

lunes, 18 de junio de 2012

Misión societal del estado nuestroamericano. Algunos desafíos desde la Venezuela Bolivariana



Autor: César A. Barrantes A. ©

I.                   Coyuntura nuestroamericana

Algo viene cambiando acelerada y violentamente en el mundo: para unos, se trata de una nueva crisis coyuntural o cíclica de mediano plazo; para otros, se trata de una época de cambios transformadores conducentes a un capitalismo neomodernizado y humanoide, y para algunos, estamos asistiendo a un cambio epocal, a un cambio de época. Las pos-neo-modernidades que encarnan la opresión, la explotación, la dominación, el estadocentrismo sociofóbico, el sociocentrismo estadofóbico, la globalización neoconservadora y el imperialismo global humanofóbico están cuasiderrumbándose por sus propias quimeras, entelequias y fantoches.
Evocando a Marx y Engels, hoy podemos decir que un fantasma está recorriendo nuevamente el mundo capitalista: el socialismo de siglo veintiuno, uno de cuyos imaginarios es el rechazo intelectual y militante, cada vez más multitudinario y radical, a una globalización imperial depredadora que persiste en poner en peligro la vida humana, animal, mineral y el destino mismo de nuestra Pachamama, nuestra Madre Patria Tierra. Imaginario que está siendo simbolizado y encarnado por el pensamiento y la acción operativa y estratégica de pueblos, naciones, clases, etnias y multitudes antes excluidas, explotadas y marginadas –especialmente de nuestra América-, hoy incipientemente asumiéndose como sujetos de derecho, de justicia, de paz y de democracia participativa y protagónica, enriquecida por imaginarios, simbolismos, mitos y utopismos de humanidad, recogidos por el budismo, islamismo, cristianismo y otras religiones originarias, pero fundamentalmente por aimaras, quechuas, aztecas y mayas, para sólo nombrar algunos cuanta civilizatorios de nuestra América.
No obstante lo anterior, algo sigue caotizándose, entropizándose a propósito del maremoto económico-financiero que está estremeciendo los cimientos del capitalismo imperial, pero fundamentalmente, por la estrategia del divide y vencerás, de fragmentación, destrucción e imposición de modelos políticos, culturales, económicos, ecosistémicos y civilizatorios occidentalizantes que pretenden erguirse sobre las ruinas de las diferencias orientales, sureñas, a­fri­canas y específicamente indoafrocaribeñas, hoy en proceso incipiente de hermeno-onto-e­pis­temización diferencial y descolonial (Mignolo, 2007; Dinamarca, 2004; Amin,1988; Sa­id, 1996).
En nuestra América los espectros de Marx, Engels, Descartes, Espinoza, pero también de iluministas, socialistas utópicos y científicos y tantos otros excelentes eurocéntricos de los siglos XVIII, XIX y XX, embargaron los testimonios de vida de próceres, héroes y heroínas de los procesos independentistas, autonomistas, so­be­ra­nis­tas y liberacionistas de ayer y de hoy, desde el sur del Río Grande hasta la Patagonia pasando por Centroamérica y el Caribe anglo-fran­có­fo­no.
No fue casual que Bolívar en 1826 (Pidival 2004) dijera que los Estados Unidos “parecen estar destinados para plagar de miseria a nuestra América en nombre de la libertad”; tampoco que uno de los libertadores, el general pernambucano de Bolívar, José Inácio de Abreu e Lima, escribiera en 1855, a pocos años de haber sido publicado el Manifiesto Comunista, un libro hoy cuasidesconocido: O socialismo, en donde escribió: “Somos, en verdad, socialistas, pero entiéndase bien, discordamos en gran parte de los maestros de esas doctrinas y sólo aceptamos de ellas lo que sea aplicable a nuestra presente situación” (MPPCI-RBV, 2005).
A ya casi ciento sesenta años de esta publicación, la compleja realidad del mundo actual se explica ya no al estilo de la sociología clásica por factores sociales, sino por fuerzas demonológicas impersonales como el miedo colectivo y El Terrorismo, la exacerbación de la inseguridad, la delincuencia y los fundamentalismos de diverso tipo inducidos sistemáticamente por las corporaciones mediáticas de propaganda masiva imperial; asimismo, la opinión pública, el público consumista e hipermedia­ti­za­do, las muchedumbres solitarias encapsuladas en burbujas financieras y mediáticas, la bal­ca­ni­za­ción de vastas regiones del planeta, el narcotráfico, la parapolítica paramilitarizada, los narcoestados (como Co­lombia y Estados Unidos) y las guerras cada vez más misohumanas, que convierten en agresores y terroristas de lesa humanidad a poblaciones civiles indefensas que luchan contra el invasor, y a los agresores e invasores en libertadores democráticos.
Este escenario da cuenta de que ninguna instancia política multilateral tiene capacidad reconocida como legítima ni fuerza moral suficiente para poner fin, por ejemplo, al conflicto árabe-israelí que ha convertido a Palestina, Líbano y a la misma Siria en ruina genocida. Somos testigos impotentes de la desolación de un sinnúmero de víctimas inocentes, de millones de refugiados y a la irracional destrucción de toda la infraestructura física, política, económica y cultural de países como Iraq, Afganistán, Líbano y Palestina, para sólo citar unos pocos ejemplos que sólo nos suscitan inefabilidades.
Es el brutal e inhumano terrorismo narcoimperial. Y digo narcoimperial porque en Afganistán la producción de opio se ha incrementado no sólo a pesar, sino, a propósito de la invasión yanqui, y en Colombia la producción de cocaína se ha exponenciado con el Plan Colombia al mismo tiempo que Estados Unidos se ha convertido en el mayor productor de marihuana del mundo: según datos de la DEA de los Estados Unidos sólo California produce alrededor de $35.000.000.000 anuales, por encima de cualquier producción de alimentos y bienes básicos para la salud colectiva.[1]
El narcoeje Estados Unidos-Colombia no es ingenuo en modo alguno: la lucha contra las FARC ha sido funcionalizada por el narcoestado colombiano necesitado del sexagenario estado de guerra interna que hoy también necesita regionalizar e internacionalizar. Asimismo, la lucha contra el narcotráfico significa lo contrario: asegurar a los no menos de cincuenta millones de drogo­de­pen­dientes estadounidenses la droga que necesitan, pues en el supuesto –negado con gran preocupación por organismos como la DEA- de que esos cincuenta millones de humanos no tuvieran acceso a su droga, los trastornos de conducta individual y colectiva tendrían consecuencias sociopolíticas insospechadas para el régimen de Washington. Pero esta preocupación por la estabilidad interna estadounidense se engarza a la doble, triple, cuádruple, penta,…moral-amoral e inmoral imperial, pues por otro lado pero al mismo tiempo, los noticieros especialmente digitales dan cuenta de que mientras las autoridades policiales estadounidenses levantan el inicuo Muro de más de mil kilómetros de vergüenza, e incrementan el número de agentes antindocumentados mexicanos; asimismo crean el Proyecto Gunrunner[2] anunciado por el mismo Obama, primer premio Nobel de la Guerra, a propósito del cual se produjo en 2008 el trasiego ilegal de 210.000 armas de alto calibre hacia México, significando que la cifra de nueve de cada diez armas trasegadas ilegalmente tienen procedencia estadounidense.[3]
La paradoja perversa implicada en lo anterior es que el régimen de Washington magnifica la eficiencia en contra de los indocumentados mexicanos pero minimiza la efectividad del trasiego, por un lado, de armas de fuego estadounidenses hacia el mundo, especialmente hacia México, y, por otro, de drogas desde este último país (para no mencionar la problemática narcopolítica de Afganistán y Colombia) hacia los Estados Unidos. Así se legitima el incremento de la asistencia militarizante de la denominada Iniciativa Mérida al gobierno de México so pretexto de la lucha contra el narcotráfico, de la misma manera que lo viene haciendo mediante el Plan Colombia.
Un mundo así fundado sobre la corrupción sociopolítica y la degradación del ser humano, sólo puede llevarnos a la destrucción planetaria, a la desocialización desintegradora de todo vínculo humano y a la guerra compulsiva, como adicción, es decir, sin fin.
Pero además de todos estos factores críticos, un hecho crucial es que el imperio ha agotado sus propias fuentes petroleras y acuíferas y, por lo tanto, necesita apropiarse de los recursos naturales de otros países como Iraq, eurasia, Irán y de cualquier país del mundo.
Surge la pregunta, por lo tanto, de por qué irse tan largo a saquear recursos si tienen a Venezuela tan cerca. Porque la doctrina del patio trasero les asegura por definición esos recursos, pero el imperio necesita más y más fuentes de insumos y no depender de una sola por más segura que sea y más cercana que esté, como la droga colombiana y el petróleo venezolano. Por ello inventaron la matriz de opinión mundial que justificó las invasiones a Iraq y Afganistán: dos de los mayores productores, el primero, de petróleo y, el segundo conjuntamente con Colombia, de cocaína del mundo.
Entonces: petróleo, gas, agua y drogas son el leitmotiv de la sobrevivencia del imperio, encuéntrense donde se encuentren estos insumos y productos. Y donde quiera que estén, allí hay que ir por ellos, sin importar cuántas vidas humanas se pierdan ni cuánta destrucción societal y ecosistémica se produzca.
A la luz de la variable contextual esbozada, desde hace un decenio el imperio yanquicéntrico ha venido desatando, sin declaración oficial alguna, una guerra, denominada de cuarta generación por los altos mandos imperiales, contra el mundo y, específicamente, contra la República Bolivariana de Venezuela, Ecuador y Brasil en lo que significan la mayor reserva biodiversa de la humanidad: la amazonia, pero también contra Argentina, Paraguay y Brasil en donde confluye la mayor reserva acuífera del mundo. Pero además, ha arremetido contra los nueve países que se han constituido en la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América-Co­mercio entre los Pueblos del Sur (ALBA-CPS) y contra los catorce constitutivos de la Unión de Naciones de los Pueblos del Sur (UNASUR) y sus Consejos de Defensa, Político, Social y Económico, pero también contra instrumentos promisorios en marcha como Petrocaribe y Petrosur[4], el Banco Interestatal del Sur, la humanitaria Misión Milagro Internacional[5], Telesur y Radio del Sur[6],  el periódico "Correo del Orinoco Internacional" que circula en castellano, inglés, francés y portugués; la Misión Full Oil[7], y otros proyectos estructurantes de la indoafroamericanidad en marcha: la creación de la de Estados Latinoamericanos y Caribeños (una OEA sin la participación de Estados Unidos y Canadá), aprobada por unanimidad en la Cumbre de Cancún a solicitud del gobierno bolivariano de Venezuela; asimismo, a favor del acuerdo unánime de levantar el bloqueo político y económico que Estados Unidos mantiene desde hace cincuenta años contra Cuba.
Por sus reservas de hidrocarburos, minerales, agua dulce, biodiversidad y su posición éticogeopolítica, Venezuela -y con ella Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Argentina- es el más codiciable objetivo estratégico imperial en América del Sur y la clave para la recuperación de su dominio, relativamente perdido en los últimos quinquenios, de su autoproclamado patio trasero.[8]
Hoy está más claro que nunca que la polémica modernidad-posmoder­ni­dad, que transversalizó la práctica académica y academicista del último medio del siglo veinte y cuyos coletazos en el primer decenio del siglo veintiuno tienen una definición crucial. Por ello es que el prefijo pos del término modernidad, se ha decantado de manera tal que ya no hay duda de que la semiótica del lo lineal y progresivo o, lo que es lo mismo, la lógica del después que supuestamente le sigue de la modernidad mercantil-capitalista, dejó perplejos a muchos universitarios e intelectuales al ceder su etapismo teleologista, evolutivo y positivista, al sentido del rebasamiento de una modernidad que en el largo plazo, llegó a sus propios límites y, por ello, no podía más que desbordarse o salirse de madre por sus propias obras, dando lugar, ya no a simples variantes de lo dado[9], sino fundamentalmente a lo poiético, es decir, a nuevos causes, a lo cualitativa e inéditamente creador: la polémica que, desde la plataforma político-cultural no lineal ni ascendente con respecto de la tradición hermeno-onto-epistémica euroangloyanquicéntrica, ha sido puesta en la escena de la discusión internacional por el proyecto bolivariano de la gran patria indoafrocaribeña liderada por la República Bolivariana de Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Cuba y los países anglófonos del Caribe, y el Estado Plurinacional de Bolivia.
En nuestra América de lo que realmente se trata ya no es de un salto cualitativo lineal ni ascendente tipo subdesarrollo-desarrollo, dependencia-independencia, capitalismo-neocapi­ta­lis­mo-socialismo rosa[10], sino de un drástico corrimiento no lineal de las placas –valga la metáfora geológica que se nos ocurre- o de las plataformas -si evocamos a Hardt y Negri (2000) cuya variable contextual es el Marx del Dieciocho Brumario (Marx, s. f.)- de los escenarios que secularmente se reputaron como principales de la historia y, por ende, de los estados y sistemas políticos y culturales oligárquicos proconsulares. Hoy dichos corrimientos han puesto sobre la palestra del escenario mundial unipolar las culturas étnicopopulares de nuestra América y este fenómeno no puede ser medido ni ubicado en la desespiritualizada y desexuada cuadrícula cartesiana; en fin, se trata de la construcción multitudinaria de un inédito punto de partida, a mi modo de ver, evocativamente espinoziano (Barrantes, 2006 a, e) y, por lo tanto, humanista de los procesos independentistas de ayer y de siempre, y del socialismo bolivariano-indo-afro-caribeño de siglo veintiuno. El corrimiento de placas o plataformas está encarnado en la presencia insólita de actores-sujetos que durante quinientos años fueron animalizados, ignorados, marginados, explotados y excluidos.
Es así que podemos afirmar que el legado del proceso independentista bolivariano, sanmartin­i­a­no, artigasiano, abreudelimaniano está signado por la concreción insipiente de la Patria Grande, si bien de innegable origen latino-ibérico, fundamentalmente indo-afro-caribeño así como por nuevos modos estatal-nacionales de resolución de carencias y potenciación de aspiraciones singular-colec­ti­vas que, hoy en el siglo xxi, han adquirido un carácter societal, civilizatorio.[11]
Es la razón por la que problemáticas o cuestiones cruciales como el pos(neo)desarrollo, la neomodernización, el neo(pos)capitalismo, el neoliberalismo como ideología legitimadora de la globalización (pos-neo)imperial y sus variantes como las denominadas sociedades del conocimiento, de la información, de la imagen, del riesgo, del espectáculo y otras, así como el evocativamente wallerteiniano sistema-mundo imperial, no se pueden separar de las relaciones de poder neocolonial, de la neocolonialidad del poder, de la diferencia neocolonial ni, mucho menos, del paradigma ontoepistémico-hermenéutico euroangloyanquicéntrico y su modo tecnoburocrático de organización societal, todo lo cual está siendo transversalizado, en el aquí y ahora, al menos por las siguientes temáticas:
·        La refundación insipiente del estadocratismo desarrollista, bienestarista, populista y asisten­cia­lis­ta, en estados sociocéntricos de derecho, de justicia y de democracia participativa y protagónica.
·        La construcción de nuevos e incipientes modos de relacionamiento de los estados consigo mismos y con la sociedad a la que pertenecen.
·        La resemantización de todos y cada uno de los momentos co-cons­ti­tu­ti­vos de la sociedad considerada en su conjunto más inclusivo[12].
·        La constitución de nuevos sujetos-agentes-actores sociales dentro de los cuales se encuentran las multitudes étnico-populares, que han construido registros imaginarios, simbólicos y reales distintos a los del siglo pasado.
·        La construcción de nuevos ámbitos constituyentes de nuevas subjetividades, sensibilidades y nuevas formas de inserción en el sistema mundo imperial y en todos los momentos co-consti­tu­ti­­­vos de las sociedades nuestroamericanas, que han venido siendo ocupados multitudinariamente como escenarios concretos de convivencialidad y organización democrática protagónica y de forja cotidiana de nuevas formas de pensar, sentir y hacer geopolítica, geojusticia, geoecono­­mía, geo­cul­tura, geociencia…y, por ende, de geotrabajo societal.
·        La invención de lenguajes que están apuntando más a una práctica de la ruptura con el pasado, que a una con el presente y respecto del cual nos hacemos responsables.
Se trata de desafíos inéditos que están no sólo estremeciendo los cimientos oligárquico-proconsulares de diversos países[13], sino planteándole a los dispositivos tecnoburocráticamente organizados que forman parte del patrón onto-epistemo-hermenéutico euro-anglo-yanqui­cén­­tri­co que se ha venido constituyendo como razón instrumental, racionalidad a la que son reducidas fragmentariamente las relaciones con el mundo que nos ha tocado vivir.
Desafíos que, desde hace varios lustros, nos están retando a transitar los caminos de la refundamen­ta­ción de nuestros estados, pueblos, naciones, clases, etnias y multitudes; y si este reto es cierto, Las ciencias y tecnologías dentro de las cuales ubicamos las humanosociales y, especialmente, al trabajo social (ojo: no estoy proponiendo, en modo alguno, una segunda ni tercera reconceptualización, sino la construcción de nuevos puntos de partida no lineal ni ascen­den­te de producción de conocimientos y saberes de cara al siglo veintiuno) y de la búsqueda de estrategias de ruptura con la racionalidad euroangloyan­quicén­tri­ca que permitan deconstruir la arrogante hegemonía de La ciencia moderna, La tecnología, La universidad y El trabajo social; y sin perder la promesa que ellas generan y frustran al mismo tiempo, comenzar a abrir sin reparos, miedos, prejuicios, hegemonismos ni dogmas, las preguntas que deberán ser trabajadas, como materia prima, por los y las agentes del trabajo social que quieran aceptar el desafío de dar rienda suelta a su innovatividad y creatividad, recíprocamente alimentados con los poderes creadores de pueblos y naciones de nuestra América.
Es así que el segundo decenio del siglo veintiuno, seguramente podrá estar caracterizado por mayores y más intensas políticas de estado nacionales apoyadas en movilizaciones multitudinarias, significando con ello variables contexuales cuantitativas y cualitativas de participación protagónica singular-colecti­va en los asuntos que, hasta el pasado reciente, eran reputados como objetos de responsabilidad exclusiva de las élites gubernamentales, empresariales, eclesiales y oenegeistas, y que hoy, cada vez más, parecieran estar siendo apropiados por las multitudes antes excluidas.
Claro está que el imperio y sus oligarquías y burguesías proconsulares, no serán testigos de piedra –como no lo están siendo ni lo han sido nunca- sino que seguirán injerenciando, de manera manifiesta o velada, en cada uno de nuestros países; ello en aras de recuperar y consolidar las posiciones relativamente perdidas en los años anteriores: así lo demuestran los golpes de estado contra Aristide en 2004, pero también contra Chávez en 2002 y Zelaya en 2009 -para sólo mencionar algunos de los más recientes- pero sin olvidar la invasión militar a Panamá en 1989, la ocupación militar ampliada de Haití en 2004 y 2010, el intento de golpe de estado contra Lugo en 2008, el asedio sistemático que el régimen de Washington mantiene contra Venezuela desde Colombia, así como la reciente instalación de bases militares en las colonias holandesas de Bonaire, Aruba y Curazao y la inminente instalación de una nueva base en Panamá y siete bases militares más de las tres que ya existen en Colombia, amén de las que ya existen en Tegucigalpa, aparte de las misiones militares adscritas a las embajadas estadounidenses cuya presencia activa es secular aún en países civilistas como Costa Rica en donde existe un cándido radar civilista en Liberia, ciudad cercana a la frontera con Nicaragua, supuestamente para detectar el narcotráfico internacional.[14]

http://www.ronmac.net/aspectos_operativos/gran_caribe.jpg
Fuente: Le agradezco a mi querida colega Nilsa Burgos, de Puerto Rico, haberme hecho llegar esta foto.

Definitivamente, el imperio nunca duerme, como nunca durmió desde la Revolución contra Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVII. Pero también podemos afirmar que si el imperio nunca duerme, hoy la revolución socialista nuestroamericana, indoamericana, bolivariana y cristiana está más despierta que nunca.
Es lo que está revolucionando a la globalización neoliberal, neocapitalista, neomoderna y posmoderna neoconservadora en su fase neoimperial, que está siendo defragmentada, deconstruida y resituada en una perspectiva que no enfoca punto final teleológico alguno, pues los pueblos, etnias, clases y naciones de nuestra América no están tratando de llegar a ningún lugar. Sólo –me parece- quieren construir, significar, encarnar una nueva forma de aproximación al conocimiento y a la apropiación de lo real, a la construcción de sistemas políticos anunciadores de una tendencia definida a que los estados estadocéntricos y las sociedades estadofóbicas den paso a estados sociocéntricos, es decir societalmente centrados y, como reverso de la misma moneda, sociedades sociocéntricas de estado, es decir, sociedades integrales e inclusivas dispuestas a apropiarse del estado, el mercado, el escenario electoral y internacional y la historia presente, pasada y futura que les pertenece.
Y esta característica está apuntando a la discusión –todo un desafío para trabajadores sociales, trabajadoras sociales, cientistas y tecnólogos sociales y humanísticos- sobre los estados ético- estéticos, geopolíticos y societales de derecho y de justicia cuyo sujeto ya no es el sujeto cosificado de la carencia, sino el sujeto de derecho, el sujeto de dignidad, el sujeto de reconocimiento en el otro y por el otro, el sujeto de aspiración, el sujeto singular-colectivo que quiere inclaudicablemente autoafirmar su condición humano-social, su libre voluntad de compromiso con la realización plena de su deber ser (Barrantes 2005a). Y esto no es un mero eslogan; es una realidad en marcha a lo largo y ancho de nuestra América.
Ahora bien, si al inicio de esta comunicación evoqué el Manifiesto Comunista, hoy la disyuntiva, dramáticamente planteada por Rosa Luxemburgo a mediados del primer veintenio del siglo veinte: socialismo o barbarie, ha tomado cuerpo en países que, como la República Bolivariana de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, han optado constitucional y multitudinariamente por una insipiente y asediada larga transición al socialismo denominado de siglo veintiuno y, con diversos matices unionistas, integracionistas, indoafroamericanistas y caribeños, soberanistas, independentistas pero esencialmente antimperialistas y, en este último sentido, acompañados por países como Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, el Salvador de Funes, la Honduras de Manuel Zelaya que está vivita y coleando, la Guatemala del socialdemócrata de apertura de Colom y la gran mayoría de países hispanoanglófonos del Caribe.
A contrapelo de este movimiento heterogéneo y pluralista, bolivarianista, participativo y protagónicamente democrático, un grupo de países ha optado por aferrarse a la vía capitalista bajo el auspicio de la ideología legitimadora del capitalismo: el neoliberalismo imperial: Chile[15], Colombia[16], México, Panamá, la Honduras posgolpe de estado contra Zelaya, y otros a los que se han sumado países con gobiernos socialdemócratas neoliberalizados, conservadores y de derecha, como Perú y Costa Rica[17]. Todos estos últimos ostentando movimientos nada despreciables de resistencia y pensamiento crítico antineoliberal y anticapitalista.

El caso de la República Bolivariana de Venezuela. Breve exposición.

Dejemos de lado el campo de visión panorámica nuestroamericano para esquematizar algo de la historia venezolana reciente.
Decimos entonces que el siglo veinte venezolano es el más corto de su historia[18] pues, con variantes, el estado colonial antimoderno se prolongó hasta diciembre de 1935 cuando ocurrió la muerte natural del general Juan Vicente Gómez a sus ochenta años cumplidos. Éste  fue dictador inmisericorde que, durante casi veintiocho años, aseguró la entrega de los recursos humanos y naturales a los intereses de las trasnacionales petroleras y del gobierno estadounidense. Su régimen marcó simbólica, imaginaria y realmente la historia política venezolana hasta diciembre de 1998, cuando, como producto de las relaciones agonales que condujeron a la implosión del sistema político-estatal venezolano, Hugo Chávez ganó masivamente las elecciones presidenciales, dando con ello inicio a una larguísima transición constitucional, inédita en nuestra América y en el mundo, hacia el socialismo de siglo veintiuno, signada por el pensamiento libertario y antimperialista de Simón Bolívar y de todos los precursores, héroes y heroínas de los procesos independentistas desde el sur del Río Grande hasta la Tierra del Fuego, pasando por Centroamérica y el Caribe hispano y anglofrancófono.
En febrero de 1936, el delfín del general Gómez a partir de julio de 1931, cuando fue desig­nado Ministro de Guerra y Marina en julio de 1931: el general López Contreras, por medio del Congreso de la república, dictó la Constitución política que significó el inicio de un proyec­to político nacional –para unos neogomecista y, para otros posgomecista- basado en un régimen de partidos y organizaciones de masas y la construcción de un estado de bienestar capitalista de corte roosevelt-keynesiano, signado por una fuerte política social orgánica de estado, pero muy ajustada a los escasos recursos presupuestarios y fiscales de la época.
A López Contreras le sucedió el general Medina Angarita quien, en 1945 fue derrocado mediante un golpe de estado, más militar que cívico, liderado por el inicialmente comunista, luego garibaldino y posteriormente socialdemócrata proestadounidense, Rómulo Betancourt, quien truncó la posibilidad tendencialmente democratizadora de Medina Angarita, un general menos cauto que el general López Contreras y, por ello, intentó tomar medidas nacionalistas y populares como la reforma agraria y el control estatal del petróleo.
En 1948 la dictadura betancourista fue sustituida por otro golpe militar que instauró la dictadura del general Pérez Jiménez, interesado en un proyecto tecnocrático de desarrollo capitalista fundado en grandes obras de infraestructura, empresarial y beleidosamente nuclear que intentó instaurar el moderno capitalismo de estado, hasta que, en el transcurso de enero de 1958, el régimen dictatorial fue derrocado por militares y un movimiento popular inorgánico que, al final y durante los cuarenta años siguientes, delegó en las élites políticas, la expresión de su voluntad.
Siguiendo nuestro esquema histórico-evolutivo, que se instauró el régimen político bipartidista socialdemócratacristiano –de origen prevendario, proyanqui, burocrático y socioclien­telar- que durante los cuarenta años siguientes propugnó el denominado modelo de clase media ascendente y antiétnicopular, basado en la forma de estado cepalino-desarrollista y populista, es decir, bienestarista, asistencialista y clientelar, finalmente neoliberalizado –sin rubor alguno- a partir de febrero de 1989.
Luego de los veintidós años: enero de 1936-enero de 1958, de inestable y turbulenta búsqueda –pletórica de errancias no aprendidas políticamente- de un modelo de desarrollo capitalista, a partir de febrero de 1958 y hasta diciembre de 1998, asistimos a un arco temporal de cuarenta años que marcó varios momentos: a) el relativo auge ideopolítico del denominado pacto de Punto Fijo y su resistencia –en el caso que nos ocupa: guerrillera a partir de 1961; b) el auge económico mediado por la nacionalización petrolera de 1974; c) conservación del modelo económico-político-partidista y pérdida de los fundamentos germanoideopolíticos socialde­mó­cratacristianos (reducidos al pragmatismo ramplón, a lo políticamente adecuado según los có­di­gos del régimen de Washington: consumismo, clientelismo y asoberanismo de la partidocracia bi­par­tidista), y, d) profundización de la pérdida del campo de visión estratégica del país nacional, y, e) finalmente, de franco deterioro del sistema político-eco­nó­mi­co a partir de 1983, así como de una larga agonía transicional agudizada a partir de 1989-1990 y de implosión en 1998-1999.
Caractericemos brevemente estos cuarenta años:
Se constituyó un modo es­ta­tal de resolver a realazos, es decir, con millones de dólares provenientes de la cornucopia petrolera, los problemas propios de la convivencia humana: la satisfacción de necesidades (carencias y aspiraciones) sociales y (eco)sistémicas políticamente inducidas aunque no menos mediatizadas, cuya estrategia distributiva fue la del embudo: la mayor tajada para la tecnocracia y clase gobernante y sus aliados, una tajada menor pero sustantiva para la clase media consumista, y el goteo de la renta petrolera para las clases populares, cuyo producto cotidiano generali­za­do y sostenido fue –medios de difusión masiva y élites eclesiales, sindicales y partidistas mediante- la cooptación de la conciencia política, la masi­fi­ca­ción del consumismo, el con­formismo y el enrarecimiento de la responsabilidad indivi­dual.
Como consecuencia, la democracia liberal, ya no digamos lincolniana en tanto poder del pueblo, con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo, sino la más reductivamente representativa, reducida a los eventos electorales quinquenales, fue vaciada de su contenido ciudadano, o, mejor dicho éste fue diluido en la práctica del consentimiento inducido de las masas con el proyecto modernizador capitalista que las integraba, como subalternas, por la vía de la redistribución del excedente petrolero y el consumismo acrítico; asimismo, aquella democracia quedó olvidada –a contrapelo de la frase atribuida a Jorge Luis Borges: “hay una cosa que no existe: el olvido” (Peláez, 2010)- de la necesidad de problematización de lo dado, que es condición de libertad.
Varios reduccionismos adquirieron sentido en Venezuela a propósito del proyecto modernizador a partir de 1936 pero fundamentalmente luego de 1958: aparte de que la figura mítica del Libertador fue elevada a lo cuasisagrado, la noción esencialista y hasta teologal del estado venezolano ocultaba su colonial fracturamiento caudillesco y debilidad simbólica y territorial de manera tal que el imaginario estatal creó un aparato burocrático –militar y asistencialista- reducido al simple gobierno centralista, éste al poder infraestructural del e­jecutivo nacional y sus adláteres posicionados del aparataje de la administración pública, el sistema político reducido a los partidos mayoritarios y éstos a sus maquinarias electorales, el escenario electoral a los convites quinquenales organizados por las élites; asimismo, la gelatinosa y prevendaria sociedad civil fue reducida a las organizaciones corporativas privadas: empresariales, religiosas, partidarias, sindicales y vecinales constituidas en exclusivos órganos de representación política y sociocultural, y, muy distantes hacia abajo de la escala del prestigio u honor social, una masa heterogénea y descoordinada de a­gentes despopularizados que consumían, demandaban e intercambiaban satisfactores imaginarios, simbólicos y reales -lí­deres barriales, vecinales y eclesiales mediante- con partidos y gobiernos.
Recapitulando, la racionalidad total, que teóricamente pudiéramos decir que le es propia a la estatalidad de todo estado moderno y a todo actor que encarne la societalidad de lo social, la economicidad de lo económico, la culturalidad de lo cultural y la politicidad de lo político, es decir de la sociedad considerada en su conjunto más inclusivo, fue atrapada por la contingencia y, por lo tanto, reducida a la razón instrumental del mundo real concreto de la literalidad, la denotación y la mediatización de los fines por los medios, para las cuales todo esfuerzo de abs­tracción y resignificación, por más reales y necesarios que se reputaran, resultaban ser banales.
Contrariando, a nuestro juicio, la doctrina democrática, los su­jetos-actores-agentes políticos predominantes se transformaron en maquinarias corporativas o tecnoestructuras empresariales, sin­dicales y partidarias involucradas indiferencialmente en la prác­­tica de los po­deres de clase y de estado y en la exclusión y cooptación de los movimientos populares, especialmente aquellos con potencialidades contestatarias o alternativas.[19]
En consecuencia, los intereses individuales y elitistas, e­qui­pa­ra­dos al poder del privilegio, la corrupción y la impunidad, de honda raigambre en la historia venezolana[20], se im­pu­sie­ron, de una nueva forma, sobre el interés general que se pudiera expresar en la encarnación de una autonomía y capacidad de au­to­go­bierno de la socie­dad civil como condición de ejer­­cicio del derecho a participar no sólo activamente, sino, a ejercer el con­trol ciudadano (vecinal, barrial, municipal, regional y nacional) sobre los centros de decisión en los diversos ámbitos de la e­co­no­mía, la política y la cultura del estado, la nación y la so­cie­dad venezolana.
La democracia lincolniana no estuvo contemplada en el proyecto político que comenzó a cristalizar en la Constitución de 1936 ni, tampoco, en el socialdemócratacristiano que se instauró a partir de 1945, en aras de la ideología clasemediática propia de la socialdemocracia eurocéntrica –radical por aquellos años-.
Recapitulando,
a)      La democracia del pueblo, con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo nunca ha estado en la agenda políticocultural venezolana. Y esto es un elemento que pesa demasiado en la construcción de algo inédito, es decir, nunca visto ni imaginado antes de lo que se está intentando construir desde hace once años en nuestra república.
b)      El ensayo democrático representativo bipartidista del proyecto moder­ni­za­dor venezolano, inicialmente capistalistizado a la usanza roosevelt-keynesiana y luego neoliberalizado durante los años noventa del siglo pasado[21], no logró desa­rro­llar una organización humana que recubriera el cuerpo entero de la sociedad ve­ne­zolana, irrigara sus más recónditos intersticios y le diera vi­gencia cotidiana a nuestras leyes, costumbres, de­­­beres, derechos, e instituciones.[22]
Por el contrario, el desencanto producido por las promesas no cumplidas de la democracia representativa socialdemócratacristiana y el bipartidocratismo clientelar y caudillesco se tradujo finalmente en pérdida de credibilidad, escepticismo y apatía ge­ne­ra­lizada por haber suscitado ilusiones de certidumbre, homoge­nei­dad, bonanza y armonía sobre la base del modo, po­lí­ti­camente no problematizado, de resolver a rea­la­­zos (es decir a billetazos y monedazos) petrodolarizados, los proble­mas de la conviven­cia en sociedad.
Estas son algunas de las pequeñas grandes insuficiencias –no exentas de perversidades y patologías, muchas de ellas asumidas como normales- que marcaron los alcances y límites de la de­­mo­cracia representativa venezolana, especialmente en la última mitad del siglo veinte. Fueron las razones por las que su crisis terminal y sus estertores marcaron –a partir del denominado caracazo en 1989 y hasta 1998- la voluntad de millones de venezolanos por la búsqueda de un futuro cuyo punto de partida era y es la ruptura con un sistema político, cultural, ideológico y simbólico y un régimen bipartidocrático y elitista al que nunca ya más nunca se tendrá como punto de retorno alguno.
Chávez fue y sigue siendo producto de esta ruptura histórica –un verdadero corrimiento de las plataformas del escenario principal de la historia venezolano, de las placas tectónicas del estado y la nación venezolana, un quiebre no lineal ni progresivo, es decir no cartesiano- en el mundo de la vida misma de las multitudes venezolanas. Su inserción en el sentimiento étnicopopular sigue siendo la argamasa de su liderazgo y del amor humanista que el pueblo en proceso de organización ético-estético-geo-bio-política le va profesando en aras del cumplimiento de sus promesas electorales, gubernamentales y constituyentistas, todas y más hoy en marcha.

Bibliografía

Amin, Samir (1988), La desconexión: hacia un sistema mundial policéntrico, Iepala, Madrid.
Barrantes, César (1990), “Acerca de la política social: notas de investigación para su discusión”, Cuadernos del CENDES, No. 13-14, Universidad Central de Venezuela; y Revista Costarricense de Trabajo Social, No. 1:1991; como “Reflexiones sobre Política Social” en Revista de Ciencias Sociales, UCR, No. 58:1992.
Barrantes, César (2005a), “Desafíos ¿del o al? trabajo social en tiempos de imperio, posmodenidad y globalización”, XVIII Seminario Latinoamericano de Escuelas de Trabajo Social, San José, Costa Rica, 12-17 de julio de 2004. En Ruiz, Ana (Coorda, 2005), Búsquedas del trabajo social latinoamericano. Urgencias, propuestas y posibilidades, Espacio Editorial, Buenos Aires; Asimismo, en Revista Regional de Trabajo Social, No. 33, 2005, Montevideo, en línea: www.revistatrabajosocial.com/
Barrantes, César (2005b), “Pensar el trabajo social en la construcción de un nuevo paradigma”, ponencia magistral de cierre al V Congreso Ordinario de la Federación Mexicana de Escuelas de Trabajo Social, celebrado en la UNAM, México D.F. del 17 al 19 de noviembre de 2004. En Revista Margen, No. 36/37, Buenos Aires, en línea: www.margen.org/
Barrantes, César (2005d), “¿Es el sur el norte del trabajo social? Entre el angloeurocentrismo y la geo­po­lí­ti­ca de la producción de conocimientos y saberes en la alborada latinoamericana (un texto cualquiera que ape­nas desea ser escrito)”, ponencia central presentada al Primer Encuentro Latinoamericano de Trabajo Social “El Trabajo Social Crítico en el Contexto Latinoamericano. Propuestas Alternativas para la Construcción de una Nueva Sociedad”, organizado por la Asociación de Egresados de Trabajo Social de la Universidad Na­cio­nal de Colombia, Bogotá, 5-8 de octubre de 2005.
Barrantes, César (2006a), “El trabajo social de siglo veintiuno. Una crítica al discurso brasileños et alii”, en Revista Katálisys, segundo semestre, Universidad de Santa Catarina, Florianópolis, Brasil.
Dinamarca, Hernán (2004), Epitafio a la modernidad. Desafío para una crítica posmoderna. Editorial Universidad Bolivariana de Chile. Santiago.
Einstein Albert (1849), "¿Por qué socialismo?", en Monthly Review, Nueva York, mayo de 1949. Derechos de Autor © 2000 por Venezuela Analítica Editores: www.analitica.com
Fukuyama, Francis (1989), “The end of History” The Washington Post. Washington D.C.
Frank, André Gunder (1990), “No end to History!  History to no End? ”, en Social Justice, vol. 17, No. 4. Winter, San Francisco.
Giribets Martínez, Miguel (Oct. 2009), “Algunas consideraciones sobre la crisis actual del capitalismo”, págs. 22-25, en línea:www.rebelión.org
Hardt, Michel y Negri, Antonio (2000), Imperio, traducción de Eduardo Sadier de la edición de Harvard University Press, Cambridge, Massachussets, difusion gratuita por internet: http://www.chilevive.cl/
Marcuse, Herbert. Razón y Revolución, Alianza Editorial, varias ediciones, Madrid.
Marx, Carlos (s. f.), El 18 Brumario de Luis Napoleón, Editorial Progreso, Moscú.
Mignolo, Walter (2007), La idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial, Editorial Gedisa, Barcelona, España.
Mignolo, Walter y otros (Comp., 2001), Capitalismo y geopolítica del conocimiento: el eurocentrismo y la filosofía de la liberación en el debate intelectual contemporáneo, Ediciones del Signo, Buenos Aires.
MPPCI-RBV (2005), Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, República Bolivariana de Venezuela. Caracas.
Peláez, Vicky (ab. 2010), “Honduras posgolpe”, especial para argenpress.info
Pidival, Francisco (2004), Bolívar. Pensamiento precursor del antimperialismo, Ediciones de Movimiento Quinta República, Caracas; Premio Casa de las Américas, primera edición de 1977, la Habana.
Torres-Rivas, Edelberto (Comp. 1990), Política. Teoría y métodos, EDUCA-FLACSO Centroamérica, San José, Costa Rica.
Quijano, Aníbal (2001), “Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina”, en Mignolo (Comp., 2001:116-131).
Said, Edward (1996), "Representar al colonizado. Los interlocutores de la antropología", en González (1996:23-59).
Santos, Boaventura De Sousa (1996), Introducción a una ciencia posmo­derna, Colección de Estudios Avanzados 3, CIPOST, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela, Caracas.



§ Versión amplificada de la ponencia magistral que fue presentada al XIX Seminario de la Asociación Latinoamericana de Investigación y Educación en Trabajo Social (ALAEITS), Guayaquil, 4-8 de octubre de 2009.
© Trabajador social (Universidad de Costa Rica) con estudios de especialización en política social, maestría en planificación social y doctorado en estudios del desarrollo (CENDES-Universidad Central de Venezuela). Actualmente cursa estudios individualizados de sicoanálisis y ciencia social en la misma Universidad. Autor de tres libros sobre economía popular, microempresas y oenegés en Venezuela; asimismo, de más de cincuenta artículos publicados en revistas académicas indexadas de España, México, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, y de una veintena inédita. Profesor investigador adscrito a la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Central de Venezuela. Investigador III del Programa de Promoción al Investigador del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Presidente de la Red Latinoiberoamericana y Caribeña de Trabajadores Sociales (RELATS). Coordinador General de la Comisión Organizadora de la I Conferencia Latinoiberoamericana y Caribeña de Trabajadores Sociales y Trabajadoras Sociales que se realizará en la caribeña ciudad de Coro, Patrimonio Cultural de la Humanidad, en octubre de 2011. http://reconceptualizacion.googlepages.com/cesaraugustobarrantesalvarado; www.relats-ants.org/; cesarbarrantes­2009­@gmail.com; http://www.scribd.com/barrantes; http://listas.reacciun.ve/mailman/listinfo/relats-l; cbarran@reacciun.ve;
[1] Según informes de la ONU, Estados Unidos, cuya población equivale al 5% de la población mundial, consume el 50% de toda la droga que se produce en el mundo y, paradójicamente las autoridades antinarcóticos de esa gran potencia sólo incautan el 5% del volumen consumido. Esta realidad narcoimperial contrasta con la eficiencia, eficacia y efectividad de la política antidrogas de Venezuela, un país que, no produciendo ningún tipo de estupefaciente, incauta algo menos del 50% de toda la droga que, producida en Colombia, es enviada a Estados Unidos y Europa utilizando el territorio venezolano. ¡Cosas veredes, Sancho amigo!

[2] Proyecto "Gunrunner". Traducción de la Hoja Informativa de la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de los Estados Unidos (ATF) de Washington, DC, enero de 2008 - La ATF desplegará sus recursos de manera estratégica en la frontera con México para evitar el acceso a armas de fuego, de organizaciones criminales en México y a lo largo de la frontera. En colaboración con otras Agencias estadounidenses y del gobierno mexicano, la ATF afina su estrategia en la frontera con México. La ATF creó el Proyecto "Gunrunner" para frenar el flujo de armas de fuego a México y así privar de las mismas a los carteles del narcotráfico. La iniciativa busca enfocar los recursos de la ATF en cuanto a investigación, inteligencia y capacitación para suprimir el tráfico de armas de fuego a México y frenar la violencia armada, en ambos lados de la frontera. http://www.usembassy-mexico.gov/textos/st080116eTrace.html

[3] TeleSUR, Fecha: 26/03/2009: (Hilaria Clinton, Secretaria del régimen estadounidense) reconoció el pasado miércoles que el 90% del armamento de México proviene de Estados Unidos, cuya "insaciable demanda de drogas alimenta el narcotráfico". "No son sólo armas, son lentes de visión nocturna, son chalecos antibalas (...) Desde que sabemos que…un 90% de este (armamento), viene de nuestro país, vamos a intentar detenerlo", agregó. Estas declaraciones se produjeron durante la visita de Hilaria Clinton (a México), para tratar temas de seguridad, en especial la violencia relacionada (con) los carteles del narcotráfico en la frontera común...Igualmente, (Cinton) reiteró que el gobierno de su país trata de detener el flujo de armas hacia los carteles de la droga en México con la nueva estrategia que anunció la Casa Blanca...En este sentido,…, se llevarán a cabo controles más severos de autos y trenes en los más de 3000 Kms. de frontera común, al tiempo que prometió acelerar sus esfuerzos "por entregar a México equipamiento, entre los que hay helicópteros, previsto en la Iniciativa Mérida", el programa mutuo de combate al narcotráfico. "Nuestra insaciable demanda de drogas ilegales alimenta el comercio de drogas", dijo Clinton sobre el consumo en su país, el mayor mercado de cocaína del mundo. http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/45975-NN/noventa-por-ciento-de-las-armas-en-mexico-provienen-de-eeuu/
[4] Un antecedente de estas iniciativas es el denominado Pacto de San José, Costa Rica, que fue suscrito por países centroamericanos y que después de varias décadas sigue beneficiando a las economías de dichos países, especialmente de Costa Rica, a la que parece que se le ha olvidado los beneficios que Venezuela le ha prodigado incondicionalmente desde hace más de veinte años.
[5] Esta Misión humanitaria ha beneficiado en dos años a más de un millón de habitantes latinoamericanos y estadounidenses, incluyendo por supuesto a varios cientos de costarricenses…
[6] Ambas de cobertura mundial, que informan de lo que los grandes medios de propaganda informativa, especialmente estadounidenses, no sólo no informan, sino que distorsionan, manipulan y extorsionan la conciencia de sus usuarios civiles y gubernamentales.
[7] Esta Misión le provee a comunidades pobres de Nueva York y de otros estados del sur estadounidense de gas a precios baratos, es decir con máximo descuento, sin que esto ponga en peligro la ganancia necesaria para seguir manteniendo y ampliando este humanitario programa. La gigantesca refinadora de petróleo: SITGO, que Venezuela tiene desde hace varios decenios en los Estados Unidos y sus más las quince mil estaciones de distribución de gasolina son los medios de esta promisoria iniciativa, que el gobierno Obama-Bushiano prefiere desconocer, amén de los mil quinientos millones de barriles diarios que Venezuela le tiene asegurados a los estadounidenses desde hace más de cincuenta años.
[8] Colombia, Perú, y Honduras posgolpe de estado contra Zelaya, ya están obsenamente entregados, controlados y funcionalizados a la política imperial, y, con matices diferenciales no menos indignos, Chile, Panamá, Perú, Costa Rica, México…
[9] Me refiero a términos como globalización neoconservadora-neoliberal-neocapi­ta­lis­ta, neo-pos-moderna, posmoderna-neo-imperialista…
[10] La denominada caída del muro de Berlín en 1989, o lo que es lo mismo, la implosión del modelo soviético de construcción de una sociedad alternativa al capitalismo, tuvo impactos sicológicos, políticos e ideológicos en los partidos comunistas y socialistas de Europa y América Latina. A partir de ello, comenzaron a tomar cuerpo las propuestas socialistas ya no rojas al estilo del color de las internacionales comunistas, sino, rosas y, más recientemente, light. Ejemplos son los partidos comunistas y socialistas de Europa y de América Latina. Íconos paradigmáticos son el laborismo inglés de Tonny  Blair y el socialismo de Lagos-Bachelet, así como el giro que dieron en nuestra América los partidos socialdemócratacristianos, hoy derechizados, neoliberalizados y proeuroangloyanquicentrizados.
[11] Si bien los eurodescendientes son parte de las identidades de nuestra América, y más recientemente, los asiáti­co­des­cendientes, indúesdecendientes, árabedescendientes, judeodescendientes,… forman parte de la gran patria que soñó Bolívar y todos los próceres, héroes heroínas de los procesos independentistas, la verdad es que estos grupos humanos forman parte de estatutos sociales, políticos y culturales de cierto privilegio y hasta elitismo que contrastan con las condiciones de vida de las etnias originarias y mayoritarias a lo largo y  ancho de nuestra América. Pero aún y no sólo a pesar sino a propósito de este hecho histórico, la contribución de dichas culturas al proceso de constitución de la Patria Grande son innegables (Barrantes, 2008, cita 13).
[12] Todos los momentos co-constitutivos de la sociedad son a su vez mediaciones que, por ser modos de relacionamiento determinante, condicionante, funcional, antagónico y contradictorio son posibles de ser modelizados, formalizados, matematizados. Las mediaciones son variables contextuales (no son variables intervinientes ni independientes al estilo de los modelos funcionalistas y positivistas) o procesos estructural-sistémicos que permiten relacionar causalmente (no necesariamente de manera funcional) las categorías teórico-críticas y los niveles, espesores y dimensiones de las apariencias involucradas en la investigación teórico-empírica. Otros modos no menos complejos son los definidos como procesos que determinan el terreno, el campo o las arenas movedizas en donde se realizan las batallas, los juegos de los poderes y se dirimen intereses (tecnoburocráticos estatales, mercadistas, militares…) en y a través de los cuales operan otras mediaciones tales como la limitación estructural, la selección, la contradictoria reproducción/no reproducción y la transformación (Wright Olin, Erik 1983). Dentro del conjunto de las relaciones so­cieta­les, momentos co-constitutivos que son mediaciones en sí mismas son el estado, la nación y la so­ciedad (así a secas o adjetivada de civil); entre otras me­diaciones se encuentran el régimen político, económico, so­cial y jurídico y sus instituciones, el sistema político, el sistema de par­tidos, los grupos de presión y el escenario electoral, el aparataje gubernamental y los poderes de la república; asimismo, los organismos corporativos (empresariales, sindicales) que, siendo en teoría per­te­ne­­cientes a la sociedad civil, en la realidad operante de algunos países aún se encuentran más articulados al sistema estatal estadobienestarista, neoliberal u oligárquico según sea el caso. Además de estas últimas, están otras mediaciones: las organizaciones mal llamadas privadas tales como las iglesias, los clubes, las logias; asimismo, las or­ganiza­cio­nes étnico-populares o de base, tales como las asociaciones barrial-vecinales, los movimientos sociales, el mo­vi­­mien­to popular, los consejos comunales, las comunas; las denominadas, más por persistencia que por pertinencia, organizaciones no gu­ber­namentales u oenegés, las organizaciones que representan a pequeñas, medianas y microempresas y organizaciones productoras de cultura étnico-popular, etc. Estas últimas mediaciones o momentos co-constitutivos de la sociedad considerada en su conjunto más inclusivo encarnan prácticas y discursos que se dan en ám­bitos, dimensiones, espesores y espacios de producción de sentidos cuyos sig­nificados, direccionalidades, inten­cio­nali­da­­des no siempre trascienden a la opinión pública (la que se publica en los medios de difusión masiva), no siem­pre adquieren presencia en las agendas de las discusiones políticas y no siempre logran incidencia en los niveles macrosociales y macropolíticos. Otras no menos importantes mediaciones son las esferas del mercado, de la economía o de lo económico; de lo comunal-vecinal, de lo doméstico, de la intimidad (la subjetividad, la individualidad, cuyas potencialidades promisorias no tienen necesidad de desbordar el fuero interno y las decisiones privadas o personales que están “más allá” del ám­bito doméstico). Otras mediaciones como las esferas pública y privada a su vez mediadas por otros campos como el ideoló­gi­co, simbólico, espiritual y cul­tu­­ral, las formas de conocimiento, pensamiento, sentimiento y acción.
[13] Me refiero a dispositivos como “La” universidad, “La” ciencia, “La” tecnología, “La” humanística y “El” trabajo social reducido a experiencias pilotos, academicistas y formalistas, por lo demás funcionales a un putativo estado providencial, luego denominado de bienestar, que nunca ha existido en nuestra América.
[14] Recordemos que, si bien Costa Rica  formalmente no tiene ejército desde 1948, un decreto nada sorprendente si consideramos que dicha fuerza armada comenzó a decaer a finales del siglo diecinueve, especialmente a partir de los años veinte años del siglo XX. La parafernalia militar comenzó a jugar un papel decadente y todos los presidentes entre 1870-80 hasta 1917-18 fueron, con algunas excepciones poco relevantes, generales de un ejército de ornato, es decir, sin tropa. Sin embargo, el imaginario oficial continuó manteniendo esta figura, pero ya dentro de un régimen político francamente civilista, aunque matizado de caudillismo oligárquico, pero de indudable presencia de los sectores populares antioligárquicos. Los años veinte del siglo veinte fueron testigos del surgimiento del Partido Populista que ya en los años treinta dio origen y nutrió con sus bases al Partido Comunista. Este partido tuvo sus gloriosas batallas en alianza con la fracción oligárquica progresista, propiciando reformas sociales profundas de carácter estatal-populares, hasta que en 1948, los socialdemócratas, interesados en la instauración de un modelo de clase media roosevelt-keynesiano, se impuso por la vía de las armas, uno de cuyos resultados fue la derogación del ejército mas no del imaginario militar que fue sustituido por la figura real de la Guardia Civil (GC), que es la sustituta del ejército, sin detrimento de que sectores de la nueva burguesía continuaran siendo graduados en academias militares estadounidenses como West Point, algunos de cuyos miembros ocuparon el cargo de ministro de seguridad pública a lo largo de las décadas subsiguientes. Esta GC, asesorada por el Comando Sur de los Estados Unidos y la Misión Militar estadounidense, mantiene control sobre la población y todo el territorio costarricense, y es tan eficiente que fue capaz de hacerle la guerra de hostigamiento al ejército sandinista de la República de Nicaragua durante los años ochenta del siglo pasado.

[15] Chile: las cifras, el miedo, la esperanza. Andrés Figueroa Cornejo. 16 de marzo de 2010: América Latina. A setenta y cuatro mil millones de dólares asciende la deuda externa privada y pública en Chile (once mil millones más que en 2008). Cincuenta mil millones corresponden a deuda privada y más de veinticuatro mil millones a la pública. A la última deben agregarse alrededor de 460 millones de dólares que actualmente gestiona el gobierno de Piñera con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (http://suramericapress.com/?p=2000). Sólo el 28 % de la industria cuprífera está en manos del Estado. El 72 % es privada y paga un impuesto específico al Fisco de un simbólico 5%. Los asesores de Piñera estudian acordar con el cobre privado aumentar el impuesto a un 8 %, con una invariabilidad hasta el 2030. La extensión de la invariabilidad del impuesto se explicaría para asegurar a las mineras privadas que no habría un aumento impositivo antes de esa fecha (20 años “de tranquilidad” desde ahora: http://sura­me­ri­ca­press­.­com­/?p=2023).

[16] Colombia es el tercer país –casi disputándole el segundo lugar a Egipto- del mundo que recibe más ayuda militar estadounidense después de Israel y Egipto. Su ejército alcanza a más de 400.000 efectivos militar-policiales que, no obstante su poder de apertrechamiento, no han podido derrotar a la guerrilla de unos veinte mil militantes en sesenta años. En 2009 el gobierno de Uribe autorizó al régimen de Washington a instalar en territorio colombiano siete bases militares más, so pretexto de eficientizar la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla. El Imperio, mayor consumidor de drogas y mayor productor de marihuana del mundo (y ya a punto de ganarse un Grammy en la producción de cocaína transgénica), y Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo y con una trayectoria de más de cincuenta años de narcoguerrilla, parapolítica, narcoestado, paramilitares,... negociando entre sí los destinos de nuestra América... El número de efectivos incorporados a las Fuerzas Armadas de Colombia ha ido creciente en forma constante desde la década del 50, y aún más rápido en los años 90, pese a que los analistas políticos coinciden en que la capacidad de las guerrillas sobrevivientes (FARC y ELN) ha decrecido. Los países vecinos, Venezuela, Ecuador y Panamá (con quienes tiene fronteras) tienen fuerzas armadas muy inferiores en número. Venezuela apenas alcanza los 60.000 efectivos, y está lejos de tener el grado de preparación de los militares colombianos, activos en la lucha contrainsurgente desde la década del 50, siendo su gasto militar en 2009 de $1995.000.000, muy por debajo del de Colombia. Por otra parte, desde la aplicación del denominado Plan Colombia, en agosto de 2000, por el cual Estados Unidos proporciona equipamiento, ayuda en asesores e inteligencia, mercenarios, entrenamiento y asesores en el terreno, las fuerzas armadas colombianas han recibido hasta fines de 2009, unos 6.200 millones de dólares en ayuda militar, a lo que debe sumarse lo obtenido por el “impuesto de guerra” a las mayores fortunas del país, y que a partir de febrero de 2010, recaudará unos mil millones de dólares (http://www.barometro-interna­cio­nal­.­org­/­in­dex­.­php?­option­=com­_­content&task=view&id=­515&­Itemid­=34).
[17] El gobierno proestadounidense de Costa Rica, fue –y sigue trabajando por la legitimación del actual gobierno hondureño nacido de un golpe de estado, en consonancia subordinada con la política del régimen de Obama- cómplice desde el momento mismo en que recibió en su casa presidencial tanto al jefe del gobierno golpista como al presidente Zelaya, un liberal electo democrática y masivamente por el electorado hondureño, depuesto ilegalmente. Pensamiento único hacia adentro y pluralidad hacia afuera. La doble moral no tiene límites.
[18] El siglo veinte mundial también fue uno de los más cortos de la historia humana en términos de proceso o ciclo histórico; ello en contraste con los largos siglos dieciséis y diecinueve europeo: este último terminó entre 1913-1918-1920 dando origen al largo parto del corto siglo XX que sólo se produjo, luego de décadas de crisis, al finalizar la segunda guerra mundial en 1945. El muy corto siglo veinte culminó con la denominada caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, año en que entre el 27 de febrero y el 3 de marzo, se produjo el tristemente célebre "caracazo" cuando las masas urbanas de Caracas y otras ciudades, se rebelaron contra la política neoliberal socialdemócratacristiana y se lanzaron a las calles saqueando comercios y supermercados, en virtud de lo cual fueron reprimidas por el ejército, ocasionando un número -de cientos a miles- nunca establecido de asesinados hasta hoy, en enero de 2010, todos enterrados en fosas comunes.
[19] La figura tenebrosa del desaparecido no nació en Argentina ni en Brasil ni en ningún otro país que no sea Venezuela durante los gobiernos accióndemocratistas, desde Betancourt y Leoni hasta Caldera. En los cuarenta años de vigencia del régimen sociopolítico venezolano el censo oficial da cuenta de no menos de 40.000 asesinados y desaparecidos, todos militantes del partido comunista y de la izquierda que optaron por la vía guerrillera anticapitalista y antisocialdemócratacristiana. Todo ello en nombre de la libertad democráticorrepresentativa. Hoy sustituida por la democracia participativa y protagónica dentro de un estado social, de derecho y de justicia, es decir, del pueblo, por el pueblo, para el pueblo y desde el pueblo soberano.
[20] "El Libertador, al escuchar la lamentable y vergonzosa historia, esperó y confió que la ley haría un ejemplo con el criminal y que ni favor ni merced alguna se le otorgarían, pero -añadió- tenemos tantos parientes, comadres y compadres entre nosotros, y las leyes tienen tantos subterfugios que, mientras tales sentimientos, y prejuicios absurdos e injustos se permitan, la justicia nunca se administrará imparcialmente. Por tanto temo que no será castigado.” Sir Robert Ker Porter: Caracas Diary, 1825-42, p.224. Citado por Brito García (1980:140).
[21] Recordemos que el proyecto originario –progresista para entonces a partir del cual tomó sentido la denominada teoría de la dependencia cuyos íconos fueron Ezo Falleto y Fernando Cardoso- de la CEPAL fue la del capitalismo autónomo latinoamericano, que fue derrotado teóricamente en los sesenta y, políticamente, a partir de los setenta del siglo veinte, especialmente a partir del derrocamiento de Allende y la consecuente instauración de la dictadura de Pinochet y su Constitución política, de la que aún sigue usufructuando la derecha chilena, gracias a los buenos oficios de los gobiernos de Lagos y Bachelet.
[22] El término puntofijista se refiere al hecho de que el pacto entre los caudillos de los tres partidos mayoritarios, con exclusión del partido comunista y otros de izquierda (la tristemente célebre Concertación neopinochetiana no nació en Chile, sino, primero en Costa Rica en 1948 y luego en Venezuela luego de 1958 con base en el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez), fue firmado en Caracas en la casa del jefe del partido socialcristiano: Rafael Caldera, denominada Punto Fijo (no se refiere a la ciudad caribeña de Punto Fijo). Este pacto equivale al denominado pacto de Ochomogo, firmado entre los jefes de las fuerzas victoriosas de la guerra civil que se libró en Costa Rica en 1948 en plena Guerra Fría, y cuya implicación directa fue la proscripción del partido comunista por cerca de veinticinco años, ya cuando el sistema político costarricense había sido lo suficientemente de­re­chi­za­do como para sentirse inoculado contra cualquier virus socialista-comunista y política y eclesialmente contestatario. También equivale, guardando las distancias históricas, a la denominada concertación pospinochetiana que asegura la vía neoliberal-capitalista –ya no por vía de la manu militari sino sobre la base de una civilidad represiva antizquierdista chilena y celosamente proyanqui. Poco después de firmado el pacto de Punto Fijo, el gobierno de Rómulo Betancourt suspendió las garantías económicas, decreto que fue mantenido por todos los gobiernos hasta que en 1999 el gobierno de Chávez las restauró y redimensionó.